Bajaste desde el cielo
En una noche estrellada
La Luna una compañera inseparable
Fue testigo de tu llegada
Te vi a lo lejos
A cada paso ligero y sensual
Te acercabas
Mi corazón se acelero a mil
Nos Miramos
Nos Saludamos
Tus suaves manos a tercio pelo francés
Se entrelazaron con las mías
Me embriague con lo dulce de tu aroma
Tu voz era un canto de sirena
Que nubla el pensamiento
Y deja que la imaginación fluya
Nuestras auras se comunicaban
La calidez de tu energía me abrigo
En esa noche helada
Me deje llevar por tu silencio
Mire tus ojos y tú los míos
Lentamente me acerque a ti
Para alcanzar tus labios
Que la luz no tocaba
Acaricie tu cabello
Acaricie tu mejilla
Cuando nos besamos
Besos que jamás olvidare
Labios rosados que salían
Amantes desesperados
Labios que estaban dormidos
Y despertaron en una noche
Estrellada
Tu hora se acercaba
El momento de volver había llegado
Era el momento de despedirse
Palabras pocas para una noche
Porque sobraban no hacían falta
Saber que estábamos hay era suficiente
Te vi caminar entre los arboles
Subiste nuevamente al cielo
Como una paloma blanca
A iluminar con tu belleza
Las cálidas noches
De amantes desesperados
Cuando bajaras nuevamente Venus
Cuando te volveré a encontrar
No me basta con solo mírate
No me basta ver tu resplandor
Si cien años abra que esperar
Los valdrán
Porque ahora solo
No hay comentarios.:
Publicar un comentario